Descansa en paz ¿Por qué volvéis a la memoria mía, Tristes recuerdos del placer perdido, A aumentar la ansiedad y la agonía De este desierto corazón herido? ¡Ay! que de aquellas horas de alegría Le quedó al corazon sólo un gemido, Y el llanto que al dolor los ojos niegan Lágrimas son de hiel que el alma anegan. ¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas De juventud, de amor y de ventura, Regaladas de músicas sonoras, Adornadas de luz y de hermosura? Imágenes ce oro bullidoras. Sus alas de carmín y nieve pura, Al sol de mi esperanza desplegando, Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando. Gorjeaban los dulces ruiseñores, El sol iluminaba mi alegría, El aura susurraba entre las flores, El bosque mansamente respondía, Las fuentes murmuraban sus amores. . . ¡Ilusiones que llora el alma mía! ¡Oh! ¡cuán süave resonó en mi oído El bullicio del mundo y su ruido! Mi vida entonces, cual guerrera nave Que el puerto deja por la vez primera, Y al s...
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