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Mostrando entradas de noviembre, 2020

Gustavo Adolfo Bécquer, 'El Miserere'

Hace algunos meses que, visitando la célebre abadía de Fitero y ocupándome en revolver algunos volúmenes en su abandonada biblioteca, descubrí en uno de sus rincones dos o tres cuadernos de música bastante antiguos cubiertos de polvo y hasta comenzados a roer por los ratones. Era un Miserere. Yo no sé la música, pero la tengo tanta afición que, aun sin entenderla, suelo coger a veces la partitura de una ópera y me paso las horas muertas hojeando sus páginas, mirando los grupos de notas más o menos apiñadas, las rayas, los semicírculos, los triángulos y las especies de etcéteras que llaman claves, y todo esto sin comprender una jota ni sacar maldito el provecho. Consecuente con mi manía, repasé los cuadernos, y lo primero que me llamó la atención fue que, aunque en la última página había esta palabra latina, tan vulgar en todas las obras, finis, la verdad era que el Miserere no estaba terminado porque la música no alcanzaba sino hasta el décimo versículo. Esto fue, sin duda, lo

Steve Jobs Discurso en Stanford

Goethe, 'Werther'

30 DE AGOSTO. ¡Infeliz! ¿No eres un loco? ¿No te engañas a ti mismo? ¿Adónde va esta  tumultuosa pasión sin fin? No tengo otra aspiración más que ella; mi imaginación no ve otra figura sino la suya, y todo el mundo a mi alrededor lo veo solamente en relación con ella. Y esto me procura entonces horas tan felices… ¡hasta que me tengo que volver a separar de ella! ¡Ay, Guillermo!, ¡adónde me empuja mi corazón! Cuando llevo sentado a su lado dos o tres horas, y me he apacentado en su figura, en sus ademanes, en la expresión celestial de sus palabras, cada vez con mis sentidos más en tensión, mis ojos se ensombrecen, apenas oigo, y siento como si un malhechor me estrangulara; luego, mi corazón, con latidos locos trata de dar respiro a los sentidos oprimidos, y no hace sino aumentar su confusión…¡Guillermo, muchas veces no sé si estoy en este mundo! y —si a veces la melancolía no prevalece, y Carlota me concede el consuelo misericordioso de desahogar en llanto mi aflicción entre sus manos—

1.4. Trayectoria poética de Federico García Lorca: del neopopularismo al surrealismo

La crítica suele establecer dos etapas en la producción poética de Lorca: la primera, hasta 1928, impregnada de lírica popular y elementos vanguardistas, y la segunda, desde 1929 hasta el final de su vida, en la que compone una poesía más minoritaria pero al mismo tiempo más universal. Su primera etapa (1918-1928) abarca desde sus inicios al Romancero Gitano . 1. Libro de poemas (1918-1920). Todavía conserva rasgos modernistas y la influencia de poetas como Bécquer, Machado y Juan Ramón, lo que se manifiesta en versos largos (alejandrinos) y recreaciones de poesía popular (canciones, romancillos). La temática es variada, pero destaca la nostalgia por la ingenuidad perdida y cierta angustia interior, la de sentirse diferente, que aparecerá en toda su obra. El poema Campo todavía tiene un aire a Juan Ramón. El cielo es de ceniza. Los árboles son blancos, y son negros carbones los rastrojos quemados. Tiene sangre reseca La herida del Ocaso, y el papel incoloro del monte, está arru