AGRADECIMIENTO POR LA CONCESIÓN DE UN PREMIO DE INVESTIGACIÓN POR UN ESTUDIO SOBRE LA TRASHUMANCIA
- EXORDIO
Sr. Presidente, miembros del jurado.
- Agradecimientos generales.
Son muchas las personas, empezando por ustedes, a quienes debo agradecer este premio.
No todas están aquí, ni siquiera todas están vivas, pero este premio no solo es el resultado de una investigación sobre las vías trashumantes que me ha llevado dos años de intenso trabajo, sino la culminación de un proceso de aprendizaje que comenzó mucho antes de entrar en la universidad.
Por ello, comprenderán que no elabore ninguna tabula gratulatoria. Quienes han estado conmigo desde el principio, siguen estando en mi corazón y en mi memoria, y ellos lo saben.
b) Agradecimientos particulares
Pero sí querría personalizar mi agradecimiento en la persona que ha dirigido mis trabajos, que me ha orientado en los momentos de zozobra, y que me ha vuelto a enseñar el camino cuando crecían los problemas y las dudas. Ella es mi maestra, la doctora Clara Rodríguez, a quien me permito dedicar este premio.
2. DESARROLLO
a) La cadena que me ha traído hasta aquí.
La doctora Rodríguez, como decía, es el último eslabón en una larga cadena de personas de buena fe, responsables y con sentido de la educación y del deber que desde el principio me orientaron hacia lo mejor de mí mismo.
Todos, en las diferentes etapas en las que me ayudaron, se enfrentaron con dificultades. Todos desarrollaban su tarea llevados por algo que iba más allá de sus obligaciones laborales, que las completaba y perfeccionaba, algo que necesitaba amor por su profesión y sentido del deber para con la sociedad en la que trabaja.
b) El estudio de la antropología
Por eso fue más fácil encontrar mis propios anhelos y mis mejores capacidades. Mi encuentro con la antropología no procede de ningún deslumbramiento fuera de las aulas, ni tampoco de una tradición familiar que quisiera continuar, a no ser la de ayudar a cada uno a encontrar su camino y dejarlo que lo busque con entera libertad.
Yo estudié antropología porque llegué a la conclusión de que indagar en los modos de vida de mis antepasados era el mejor modo de conocerme a mí mismo y al mundo que me rodea. Estos trabajos de etnografía popular, estas herramientas en desuso, estas costumbres desaparecidas, todos estos elementos están forjados con el mismo fuego que nos sigue moldeando.
c) La necesidad de invertir en ciencia
Pero son muchos los modos de vida que desaparecen. Es mucho el pasado inmediato que debemos estudiar antes de que no deje rastro. La arqueología es un proceso casi instantáneo. El estudio de las costumbres nos habla de las necesidades y de los anhelos, y en nuestro tiempo esa búsqueda no siempre es compatible con la minuciosidad que requiere la ciencia.
No podría haber desarrollado estos estudios sin una beca. Ni estos, ni cualesquiera otros de suficiente rigor como para dar sus frutos, enriquecer el conocimiento y ser útiles en nuestro mundo. Los provechos de la ciencia no siempre son inmediatos, pero siempre resultan imprescindibles.
Y tanto como agradezco también la concesión de esa beca debo lamentar que fuera una excepción. Es decir, que el apoyo a la investigación no sea la norma. Todos sabemos que nuestra inversión en ciencia, en todas las ciencias, sigue quedando a merced, más veces de las necesarias, de la buena voluntad. El que conmigo haya funcionado el sistema de ayudas no me hace ocultar que mi caso no es el más habitual.
d) A los compañeros y rivales.
A todos aquellos que, con proyectos igual de interesantes y capacidad para desarrollarlos más que demostrada, no han podido culminar sus investigaciones o han dedicado más tiempo a la burocracia que al trabajo de campo, también les dedico este premio. No se premia a una persona, ni siquiera a un proyecto, sino a un impulso investigador, a lo que querríamos que fuese rutinario.
e) A las personas objeto de la investigación
Mis trabajos sobre trashumancia tampoco habrían sido posibles sin la comprensión y el compromiso desinteresado de los protagonistas de esta vieja tradición. Son muchos los datos que cimentan nuestra investigación, pero también son muchas las sensaciones. El trato que recibimos, la sinceridad con que se nos ayudó. Esa puerta que siempre encontramos abierta para estudiar la tradición desde dentro de sí misma, en lo que comparte con la que vivían nuestros más remotos antepasados.
PERORACIÓN
a) Rentabilidad de la investigación.
Así me ocurrió con tantos pastores que se resignan a las dificultades y se resisten a que un modo de vida tan integrado en el ciclo natural no se muera del todo. Nuestras conclusiones no son solo descriptivas. La viabilidad y la rentabilidad de las rutas trashumantes soporta los más exigentes análisis económicos. No hablamos de romanticismo sino de hechos incuestionables, cifras claras, dinero contante y sonante.
b) Objetivo final
También a aquellos que puedan percibir este equilibrio necesario va dedicado este premio. La ganadería trashumante no es una reliquia sino una fuente de riqueza y una activadora de la economía. El científico que culmina una investigación solo sonríe cuando contempla sus aplicaciones prácticas, cuando sabe que, gracias a su esfuerzo, es posible que algún pastor se siga abriendo camino.
c) Desarrollo personal
Un trabajo de estas características, en fin, también tiene algo de viaje iniciático. El desarrollo personal, en mi caso, es paralelo a los progresos científicos. No soy el mismo que hace dos años inició la ruta del Maestrazgo con los pastores que subían del Mediterráneo. Ver gente, estudiarla, sirve, sobre todo, para comprender.
Muchas gracias.