1. Los euroescépticos, como Boris Johnson, que apostaron todo su futuro político y el del Reino Unido a la carta del Brexit, han demostrado después que no tenían plan alguno ante la nueva realidad provocada. Los años de división y rencor que produjo en el país ese debate, sin embargo, han llevado a conservadores y laboristas a enterrar la cabeza en la arena, como los avestruces. El Gobierno de Rishi Sunak —él mismo defensor a ultranza y desde primera hora del abandono de la Unión Europea— se limita a prometer que desplegará todas las libertades adquiridas con la decisión, sin concretar ninguna de ellas. El laborista Keir Starmer, consciente del caudal de votos que arrebató Johnson a la izquierda en el norte de Inglaterra con su populismo antieuropeo, tampoco quiere agitar el avispero. Reduce su discurso a asegurar que la oposición logrará que “el Brexit funcione” cuando llegue al poder , bajo la premisa de que el país puede ben...